EN LA CADENA DE LA VIDA
El rico vive del pobre
El policía dice que cuida a los dos
El ciudadano común, se cuida de los tres
El trabajador mantiene a los cuatro
El vago vive de los cinco
El comerciante comercia con los seis
El abogado enreda a los siete
El cantinero emborracha a los ocho
El cura absuelve a los nueve
El doctor cura a los diez
El sepultero entierra a los once
El partido de turno gobierna a los doce
El presidente engaña a los trece
El presidente a su vez
Al rico lo hace más rico
Al pobre lo hace más pobre
Al más pobre lo hace imbécil
A los imbéciles los hace ministros, asambleistas y senadores
En el Ecuador solo seis personas tienen problemas
1.- YO
2.- TU
3.- EL
4.- NOSOTROS
5.- VOSOTROS y
6.- ELLOS
AUTOR DESCONOCIDO
PENSAMIENTOS ADECUADOS
Cuando me registré, la idea parecía fantástica -Apoyar una causa digna mientras se recorría esa distancia-, y me entrene con entusiamo.
Pero a medida que se acercaba la carrera, mis dudas ganaban terreno respecto de mi resistencia.
Seguía deseosa de recaudar dinero para caridad, pero sin recorrer esos kilómetros dos dias seguidos.
La carrera comenzó una hermosa mañana de domingo y durante las primeras horas me sentí maravillosa y estaba muy bien de animo. Pero al llegar al fin del dia, me sentía cansada e irritada.
Cada excusa que mi cerebro interponía parecía viajar directo a mis piernas. "No puedo manejar esto", se convertía en un calambre de pierna y "Todos los demás andan mejor", se traducía en una reducción de la respiración. Estaba segura de que tendría que abandonar.
Cuando llegué a la cima de una montaña, la magnífica caida del sol me mantuvo pedaleando unos minutos más. Entonces, a la distancia, vi una figura solitaria que pedaleaba con lentitud. Advertí que la persona se veía distinta en algún sentido, pero no me daba cuenta por qué. Allí estaba, pedaleando lenta pero segura con sonrisa en su rostro pero con una sola pierna. En ese instante, mi atención cambió. Había dudado de mi cuerpo, pero ahora no era el cuerpo, sino la voluntad lo que me ayudaría a alcanzar mi meta.
Llovió todo el segundo día. No volví a ver a la mujer de una sola pierna, pero seguí avanzando sin quejarme, sabiendo que de algún modo ella estaba allí, junto a mí.
Kathy Higgins
"Otra taza de chocolate para el alma"
El exito es un estado de ánimo
El equipo de 7 Poemas de amor
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